Los Canales de Distribución son los recorridos que
tiene que pasar un producto para que pueda llegar al consumidor final. Para saber que estrategia de distribución es la más adecuada para nuestra empresa, hay
que tener en cuenta los diferentes tipos de canales que quieras usar y la cobertura.
Por ello, tenemos distintas estrategias de distribución, donde están:
ESTRATEGIA DE DISTRIBUCIÓN PROPIA O POR
CUENTA AJENA
La
primera decisión de distribución que debe realizar una empresa es resolver la
siguiente disyuntiva: ¿Debo llevar los productos por mis propios medios hasta
el minorista o el consumidor? o ¿debo utilizar canales de distribución ya
establecidos?
La
empresa que realiza la distribución sin utilizar intermediarios, es decir,
desarrollando canales de distribución para sus productos, adopta lo que se
denomina distribución por cuenta propia. Por contra, las empresas que utilizan
canales de distribución con intermediarios, se dice que su estrategia es de
distribución por cuenta ajena.
Una
firma desea que sus productos lleguen al consumidor en las mejores condiciones
posibles. Una mejor conservación, un transporte más rápido, un lugar preferente
en el punto de venta, un minorista que aconseja al consumidor sobre el
producto, un precio idóneo de venta, etc. son los requisitos para el éxito
comercial de un producto o servicio. Es indudable que la mejor forma de
asegurarse el cumplimiento de lo que acabamos de referir consistiría en llevar
por sí mismo los productos al consumidor (venta directa) o a. los minoristas
que acepten nuestros condicionamientos. Por tanto, la estrategia recomendada es
la de distribución por cuenta propia. Sin embargo, la realidad comercial nos
indica que la mayoría de los productos, sobre todo los de uso y consumo, se
distribuyen por cuenta ajena. ¿Cuál es la razón de que, siendo deseable la
distribución por cuenta propia, lo más usual sea la distribución por cuenta
ajena? La razón es bien sencilla, las organizaciones distribuyen los productos
por cuenta ajena por razones de economicidad. La creación de canales de
distribución propios acarrea grandes costes que por razones de rentabilidad no
son aconsejables.
Una
estrategia de distribución, perfectamente válida, que podríamos denominar
mixta, sería utilizar la distribución por cuenta propia hasta donde fuera
rentable y la Distribución por cuenta ajena cuando el coste de distribución así
lo aconseje.
ESTRATEGIAS DE COBERTURA DE MERCADO
Que debe adoptar una organización
es lo que hace referencia a la cobertura de mercado, es decir, la mayor o menor
amplitud de puntos de venta en un determinado territorio. Las tres alternativas
que se plantean en este epígrafe son las siguientes:
Distribución intensiva: Esta estrategia de distribución tiene como
objetivo final alcanzar el máximo volumen de ventas. Para ello se precisa estar
presente en todos o en el mayor número de puntos de venta y, consiguientemente,
utilizar un gran número de intermediarios. Los inconvenientes principales que
presenta este tipo de distribución son notorios:
- Ventas por punto de venta. Para una empresa fabricante, el estar presente con sus productos en un establecimiento, supone unos costes de distribución. Si las ventas de nuestro producto en un comercio no alcanzan una cifra determinada es probable que no nos interese realizar el esfuerzo de tener productos en ese punto de venta. La estrategia de distribución intensiva tiene como inconveniente tener que soportar un número de puntos de venta no rentables.
- Difícil control. Este tipo de distribución es el menos adecuado si queremos controlar las condiciones en que el producto llega al consumidor. La utilización de la mayor cantidad posible de intermediarios (mayoristas y minoristas), hace extremadamente difícil cualquier intento de control por parte de la empresa productora.
- Imagen de marca. La distribución intensiva, en la mayor parte de los casos, es la estrategia menos adecuada para cualquier intento de lograr una buena imagen de los productos que comercializamos.
Distribución exclusiva: La estrategia opuesta a la distribución
intensiva es la distribución en exclusiva. Consiste en vender nuestros
productos dentro de un área geográfica en un solo punto de venta.
Pueden darse dos casos de
distribución exclusiva. En el ámbito de mayorista: entonces para comprar el
producto los minoristas de un territorio tienen un solo punto de venta al por
mayor; o en el ámbito de minorista: tiene como consecuencia que para comprar
una determinada marca los consumidores tienen un único punto de venta en un
área. Esta forma de distribución lleva aparejadas una serie de ventajas que
vamos a resaltar; son las siguientes:
- Imagen de marca. Esta estrategia es muy apropiada para lograr una buena imagen de marca. A través de una venta más agresiva, ampliación o mejora de servicios, etc., podemos lograr una imagen diferencial positiva.
- Control del fabricante. La distribución exclusiva establece una serie de acuerdos entre fabricante e intermediarios; el control del fabricante sobre el producto es uno de los puntos fundamentales que se explicitan en los contratos o acuerdos.
Distribución selectiva: La distribución selectiva se produce cuando
dentro de un área geográfica escogemos un número determinado de puntos de venta
para nuestros productos. Esta estrategia puede considerarse intermedia entre la
distribución intensiva y la exclusiva. Los puntos elegidos serán más de uno,
pero menos que la totalidad de los mismos. Escoger un número elevado de puntos
de venta acerca la distribución selectiva a la intensiva; Por contra, un número
reducido de puntos de venta aproxima la distribución selectiva a la exclusiva.
La puesta en marcha de esta estrategia implica, necesariamente, la elección de
los establecimientos deseados. Los criterios más adecuados para escoger los
distribuidores son los siguientes:
- Tamaño del distribuidor: El tamaño del distribuidor se mide, generalmente, por la cifra de ventas. Hay una correlación entre cifra de ventas y superficie del establecimiento. Las grandes superficies, cuyo número sobre el total de puntos de ventas, tienen una participación alta en el mercado. Vender productos en grandes almacenes e hipermercados son objetivos de muchísimas empresas fabricantes.
- Imagen del distribuidor: El tipo de establecimiento, su distribución, el personal de venta, la calidad de los productos, el mobiliario de exhibición, etc., son factores que contribuyen a conformar la imagen del punto de venta y que éste sea más o menos interesante para un productor.
- Servicios del distribuidor: Los servicios que pueda realizar es un criterio muy importante para la selección de distribuidores. Instalación, garantía, formación, servicio técnico, mantenimiento, condiciones de compra, etc., configuran elementos que hacen deseable un punto de venta para los fabricantes.
- Admisión de nuevos productos: Este criterio es decisivo para aquellas firmas que lanzan anualmente una serie de productos nuevos.
- Admisión de stocks: La compra en grandes cantidades por parte de los intermediarios reduce los costes de almacenamiento del fabricante. La admisión por parte de las empresas de distribución de stocks en condiciones superiores a las necesidades se revela como un buen criterio de selección.
- Participación en los gastos de comunicación: Compartir con los productores los gastos ocasionados por las campañas de publicidad y de promoción es otro de los criterios válidos de selección de distribuidores. La distribución selectiva comparte con la distribución exclusiva las ventajas de contribuir a la imagen, prestigio, venta más agresiva, etc., siempre que se hayan seleccionado de forma adecuada los distribuidores. Además, presenta la ventaja, con respecto a la distribución intensiva, de producir menores costes de distribución; parece lógico pensar que en la selección de distribuidores se evitarán los puntos de venta de menor rentabilidad. En este epígrafe hemos descrito las alternativas de cobertura de mercado por parte de una empresa fabricante. Hemos analizado algunas ventajas e inconvenientes de la distribución intensiva, selectiva y exclusiva. No hay una estrategia que sea superior a las demás en todos los casos; la elección de una de las formas de distribución para cubrir el mercado va a estar íntimamente ligada a las características de los productos que comercialice una firma y el comportamiento de compra de los consumidores.
ESTRATEGIAS DE COMUNICACIÓN E INTERMEDIARIOS
Hemos dicho, repetidamente, la
importancia que tiene para un fabricante controlar sus productos en los canales
de distribución. Sabemos que el control está en manos de quienes manejan el
poder en los canales, normalmente los mayoristas. Los fabricantes. Idean, al
igual que los demás participantes en el canal, nuevas formas de distribución y,
también, utilizan sus variables comerciales en aras de alcanzar una mejor
posición frente a las empresas distribuidoras. En este último sentido la
variable comunicación (básicamente promoción y publicidad) constituye una
herramienta de gran importancia para influir en los canales de distribución.
Desde esta perspectiva, las estrategias de comunicación son las siguientes:
Estrategia de presión (push): Es una estrategia de sentido
descendente, es decir, se realiza de forma escalonada del fabricante al
consumidor. Consiste en orientar los esfuerzos d, comunicación (fundamentalmente
promocionales) sobre las empresas de distribución para que de forma secuencial
se alcancen las siguientes metas:
- Distribuyan nuestros productos.
- Compren en grandes cantidades.
- Ubicación preferente en el punto de venta.
- Los minoristas aconsejen nuestras marcas a los consumidores.
- Conseguir la plena aceptación de la totalidad de estos apartados es sinónimo de éxito en la distribución para una empresa.
- La cooperación de los distribuidores, normalmente, no se logra de forma altruista; precisamos de una serie de ofertas que sean atractivas para los intermediarios. Suelen considerarse idóneas, entre otras, las siguientes:
- Márgenes brutos comerciales elevados.
- Productos gratuitos.
- Participación en la publicidad del distribuidor.
- Regalos útiles para el minorista.
- Material de merchandising.
- Formación.
Estrategia de aspiración (pull): Es una estrategia de sentido
ascendente y, por consiguiente, contrapuesta a la estrategia push. La
estrategia pull orienta sus esfuerzos de comunicación en el comprador. Tiene
como objetivo que el consumidor exija nuestros productos en el punto de venta
para forzar al minorista a tener en existencias dicho producto o marca. A su
vez, el minorista lo solicita al mayorista y éste al fabricante. Como vemos, se
busca la cooperación de los distribuidores de una forma que consideramos
cooperación a la fuerza. Si los distribuidores no quieren perder clientes
deberán aprovisionarse y comprar la marca solicitada. El fabricante ve así
reforzada su capacidad de negociación en el canal.
Estrategia
mixta:
Consistiría en la utilización conjunta de las estrategias push y pull. Desde
nuestro punto de vista, el incidir conjuntamente sobre intermediarios y
consumidores garantiza un mejor éxito de la distribución; de hecho, todas las
campañas promocionales deben hacerse con la
cooperación de los intermediarios y con una campaña publicitaria dirigida a los
consumidores.
La distribución y elección de puntos de venta de tus productos o servicios es un punto clave en el desarrollo de tu negocio. Saber por qué medio llega tu producto al consumidor final es una parte primordial en el proceso de venta. Por ello es de vital importancia que conozcas el tipo de distribución que utilizarás y en este artículo te informan todo muy detallado.
ResponderEliminarpodeís hablar, definir y dar ejemplos de la estrategia de distribución por cuenta propia detallada y por separado?
ResponderEliminarpor favor,
Gracias.